Linda tiene 8 años, es la mayor de las perritas que tengo en casa (tengo 2). Es muy hermosa y juguetona, le encanta jugar con los niños, ella era calljera, la adopté hace 8 años.
Tiene todas sus vacunas, es muy sana, su historia con mi familia es tan bonita como ella.
Linda fue abandonada por alguien sin corazón, la dejaron atada a un árbol.
Los vigilantes de la caseta de vigilancia de mi urbanización, la encontraron y la desamarraron, la atendieron, le dieron agua y comida y se quedó con ellos.
Como yo pasaba todos los días por la caseta, la dejaba montar en el carro y la llevaba a pasear.
Un día, uno de los señores, me preguntó si no quería quedarme con ella, confieso que no lo pensé dos veces y desde ese día, vive como una reina en casa.
Los vigilantes le cambiaron el destino y la cuidaron como si supieran que yo la iba a adoptar.
Lamentablemente, sufre de incontinencia, no aguanta las ganas de orinar y hace mucho pipí…pero así la amamos, la queremos mucho….es nuestra eterna compañera.
Tenemos más higiene en casa, ella está feliz y nosotros felices de tenerla.
Eso no sería jamás una excusa para abandonarla, todo lo contrario, será una razón más para cuidarla y protegerla siempre
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