Nerón llegó a casa siendo un pequeño, tierno y juguetón, en poco tiempo pasó de ser chiquito a ser un gigante e imponente perrito. Tierno, cariñoso, amigable y muy juguetón.
La ropa sucia era su lugar favorito, comer queso, de sus cosas favoritas. ¿Por qué será que algunos perros hacen cosas como vomitar y comerse su vomito? jajaja
Meterse a dormir en el closet de su abuelo, otro de sus lugares favoritos. Travesuras y mucha alegría en casa trajo Nerón. Un perro que en medio de su tamaño y poca delicadeza, derrochaba ternura.
Los años lamentablemente, no pasan en vano, como dicen por ahí, y para un perro como Nerón, no hay excepciones. Ni juegos fuertes, ni largas caminatas, mucho menos correr y si le sumamos una pelea accidental, su calidad de vida, fue en deterioro.
Un día un perro cercano a la casa, atacó a Nerón y lo hirió en la oreja,no pudimos curarlo, no se dejaba y se le infectó la oreja lo llevamos al veterinario.
Después de la revisión y del tratamiento, Nerón no mejoró su orejita y siempre tenía complicaciones que terminaban en la orejita infectada y/o inflamada. Otra vez de visita al veterinario y con otro y otro. Al final la solución que encontraron para el problema de Nerón fue llevarlo a revisión constante e ir dándole tratamiento y así su orejita se logró recuperar poco a poco.
Luego de batallar con Nerón se recuperó totalmente. Sin embargo, de manera inesperada, otra vez fue atacado por el perro «vecino», esta vez fue mucho más grave. Otra vez correr al veterinario.
Esta vez, el ataque fue mucho más fuerte, se complicó y le afectó mucho más, sumando los años de Nerón, todo se conjugó en un cuadro de salud comprometida, no quería comer, estaba desanimado, no se levantaba.
Nerón se complicó y aunque se hiciera el mayor esfuerzo, no se pudo salvar y cruzó el arcoiris. Despedimos a Nerón, después de 10 años maravillosos junto a nuestra familia.
A veces nos confiamos, creemos que podemos controlar la situación, pero el paseador o correa, puede hacer la diferencia.
Recuerdo que un adiestrador canino nos explicó, que en una pelea de perros, siempre debemos tratar de distraer al más fuerte, no al más débil. Porque no le damos chance de defenderse, pero eso ya es tema para otra historia. Gracias Nerón por los 10 años más bonitos junto a ti.
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