Ese lugar a donde van los animales, cuando ya no están en este mundo, ese cielo, está al otro lado, cruzando el Puente del Arcoiris. Esta hermosa leyenda, la conocí, cuando se hizo viral y yo recién había perdido a mi perrita. Aquí, desde TúMascota la compartimos con ustedes.
Historias desde el Puente del Arco Iris
Cuando nuestro mejor amigo, ese peludos nos ha dejado…

Hay un puente que une el Paraíso y la Tierra, y se llama
el Puente del Arco Iris.
Cuando un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra, muere, entonces va a esperar en este lado del Puente del Arco Iris. Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que ellos puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, se encuentran cómodos y seguros.
Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás en la tierra.
Todos corren y juegan juntos, pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la hierba, corriendo cada vez más rápido.
Tu amigo te ha visto, y cuando tú y tu amigo especial finalmente se encuentran, los dos se abrazan en un maravilloso reencuentro, para nunca separarse de nuevo. Una lluvia de besos cae sobre tu rostro; tus manos acarician nuevamente esa cabeza tan amada, y puedes mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón.
Entonces los dos cruzan el Puente del Arco Iris juntos…
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EL PUENTE DEL ARCO IRIS

Pero algunos de los animales que están aquí, a este lado del Puente, son diferentes. Estos animales fueron maltratados, pegados, torturados, se morían de hambre, nunca fueron queridos. Ellos, miran con algo de tristeza, mientras se van sus amigos, uno por uno, para cruzar ese puente con su humano especial.
Para estos animales, no hay nadie, no hay ningún humano especial. Su tiempo en la tierra no les dio esa oportunidad. Pero un día, mientras están corriendo y jugando, se dan cuenta de que hay alguien esperando, de pie, en el camino al Puente. Esa persona mira con algo tristeza las reuniones entre amigos, porque durante su vida, esa persona nunca tuvo un animal para hacerle compañía.
Esa persona fue maltratada, pegada, torturada, se moría de hambre, nunca fue querida. Allí espera esta persona, sola, y uno de los animales que nunca fueron queridos se le acerca, curioso por saber por qué esta persona está sola. Y mientras se acercan el animal no querido y la persona no querida, surge un milagro, porque para ellos, el destino quiso que al final estuvieran juntos, una persona especial y un animal no querido, que nunca tuvieron la oportunidad de conocerse durante su estancia en la Tierra.
Ahora, por fin, a la entrada del Puente del Arco Iris, sus almas se encuentran, borrando todo el dolor y la tristeza, y los dos amigos ya están juntos.
Y juntos cruzan el Puente del Arco Iris juntos, para no volver a separarse nunca más.
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EL PUENTE DE EL ARCOIRIS

De repente en el Puente del Arco Iris, amaneció un día diferente a los días normales tan llenos de sol; este era un día frío y gris, el día más feo que puedes imaginar. Los recién llegados no sabían que pensar, nunca habían visto un día de este tipo allí. Pero los animales que llevaban más tiempo esperando sus seres queridos sabían perfectamente lo que pasaba, y se fueron juntando en el camino que lleva al Puente… para mirar.
Esperaron un poco y llegó un animal muy mayor, con la cabeza muy hundida, arrastrando su cola. Los animales que llevaban tiempo allí, sabían inmediatamente cual era su historia, porque habían visto pasar esto muchas, demasiadas veces.
Él fue acercándose lentamente, muy lentamente, y era obvio que tenía un gran dolor emocional, sin signos aparentes de heridas ni enfermedad. Al contrario de los otros animales que esperaban en el Puente, este animal no había vuelto a la juventud, ni había vuelto a estar lleno de salud, ni alegría.
Mientras caminaba hacia el Puente, veía como todos los otros animales lo miraban a él. Sabía que este no era su sitio, y que cuanto antes pudiera cruzar el Puente, antes sería feliz. Pero no podía ser. Cuando se acercó al Puente, apareció un Ángel y con cara triste le pidió perdón y le dijo que no podía cruzar. Solamente aquellos animales que estaban acompañados de sus personas queridas podían cruzar el Puente del Arco Iris.
Sin ningún otro sitio para ir, el animal mayor dio la vuelta y entre los prados vio a un grupo de otros animales como él, algunos mayores, otros muy frágiles. No estaban jugando, simplemente estaban tumbados en la hierba, mirando el camino que llevaba al Puente. Entonces, él fue a juntarse con ellos, mirando el camino, y se quedó allí esperando.
Un gatito recién llegado al Puente no entendía lo que había visto, y pidió a un perro que tenía más tiempo allí, que le explicara qué pasaba.
«Ves, ese pobre animal, y los otros que están allí con él, son los animales que nunca tuvieron una persona. Este al menos llegó hasta un refugio; entró en el refugio igual que lo ves ahora, un animal mayor, con el pelo gris y la vista algo nublada. Pero nunca consiguió salir del refugio, y se murió solamente con el cariño de su cuidador para acompañarle mientras se fue de la tierra. Como no tenía una familia para darle su amor, no tiene a nadie que le acompañe para cruzar el Puente.»
El gatito se quedó pensando un momento y preguntó: ¿Y ahora qué pasará? Antes de recibir la respuesta, empezaron a romperse las nubes y un viento muy fuerte las hizo desaparecer. Podían ver a una persona, sola, acercándose al Puente, y entre los animales mayores, todo un grupo de ellos fue repentinamente bañado en una luz dorada, y de nuevo eran otra vez animales jóvenes y sanos, llenos de vida.
«Mira y sabrás,» dijo el perrito. Otro grupo de animales de los que estaban esperando, también se acercaron al camino y bajaron sus cabezas mientras se acercaba aquella persona. Al pasar por delante de cada cabeza, la persona les tocó a cada uno, a algunos les daba una caricia, a otros les rasgaba las orejas cariñosamente.
Los animales que habían rejuvenecido se fueron poniendo en una fila detrás y siguieron a la persona hacia El Puente. Luego, todos cruzaron el Puente juntos.
«Qué ha sido eso?» preguntó el gatito.
Y el perrito le dijo: “esa persona era gran amante de los animales y trabajaba en su defensa. Los animales que viste bajando sus cabezas en señal de respeto eran los que encontraron nuevos hogares gracias al esfuerzo de tales personas. Claro, todos esos animales cruzarán el Puente cuando llegue su momento, cuando lleguen los que eran sus nuevas familias. Pero los que viste mayores y luego rejuvenecidos, eran los que nunca encontraron una casa y como no tuvieron familia, no podían cruzar el Puente.
“Cuando llega una persona que haya trabajado en la tierra para ayudar a los animales abandonados, se les permite un último acto de rescate y amor. A todos aquellos pobres animales para los que no pudieron conseguir familias en la tierra, se les permite acompañarlos para que también puedan cruzar el Puente del Arco Iris.»
Buenos dias en la calle 12 de los jardines del valle detrás del colegio Dr Guillermo Delgado Palacios hay un chamo que tiene una lapa y tenia un búho y un mono solo le queda la lapa se llama junior león el acostumbra ha traer animales de la amazona GRACIAS