Gatica, es mi gata, la rescatamos del basurero. Siempre le llevábamos comida en la calle, mi hija y yo . Un buen día mi hja se empeñó en rescatarla, me insistía en su color, pues los gatos negros tienen muchos mitos a su alrededor y son blanco para la maldad humana
«Es negra mamá, es una gatica vieja», me insistía a diario mi hijas, hasta que me convenció.
Ella la cargó, y llegó a la casa. Nos dimos cuenta que no tenía casi dientes, respiraba raro y además dormía mucho.
Lamentablemente, le dan unos ataques raros, el médico veterinario la evaluó y nos explicó que tiene una hernia diafragmática.
Al principio le costaba comer, estaba débil y era muy liviana. Ahora, está muy consentida, gordita y pesada, saludable y más suavecita que nunca.
La idea, era recuperarla, para darla en adopción, por eso no le pusimos un nombre y le decíamos Gatica, pero jajajaja se quedó en casa para siempre y ahora, ese es su nombre: Gatica.
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