Copo tiene 5 meses, llegó a nuestras vidas gracias a una amiga de mi papá que estaba dándolo en adopción y sin muchas complicaciones lo adoptamos con solo 3 meses.
Nuestro Copo es bastante nuevo en la familia, pero con todo y eso ya tiene sus costumbres tanto buenas como malas y actitudes que lo caracterizan, como por ejemplo, ver a mi hermana practicando gimnasia en la casa e intentar imitar alguna de las cosas que hace a modo de juego, bastante creativo y loquito nuestro Copo.
Indiscutiblemente para tener tampoco tiempo con nosotros ya se ganó nuestro amor y cariño por completo. Ya pasamos nuestro primer susto con él.
Un día lo dejamos con nuestra abuela y no sabemos exactamente cómo, pero Copo se escapó, estuvimos toda la noche buscándolo, no nos rendimos hasta que lo encontramos después de una extenuante búsqueda. De ahí en adelante, Copo tiene miedo a salir y a la calle en general, suponemos que no fue fácil estar en la calle, aprendió de el susto.

Cuando tiene hambre, hace un infinito (como un 8 o zig zag) caminando entre nuestras piernas, mientras maulla, al principio cualquiera pensaría pero que coqueto y cariñoso, pero la realidad es otra jajaja Copo te está diciendo con seriedad que tiene hambre.
Aún tenemos mucha historia por escribir con Copo, como nuevo integrante de la familia, nos queda mucho por vivir con él y mucho amor por darle como él a nosotros.
Perderlo, fue terrible y su trauma al regresar, nos dejó una lección muy grande, que no queremos volver a vivir. Seguimos aprendiendo sobre los gatos, porque aprendemos a comunicarnos con él y él con nosotros. Mientras aprendemos, lo cuidamos mucho, para que no vuelva a estar ni por casualidad en la calle.
Deja un comentario