Angie es una gatica que fue rescatada en agosto. Cuando su papá humano regresaba a casa con su novia, se la encontraron en la entrada de un abasto, por Capuchinos en Caracas.
Al entrar al negocio preguntaron a los presentes si era de alguien, todos contestaron que no la habían visto, ni sabían que estaba allí. Así, decidieron llevarla a casa, la metieron en el bolso, antes de llegar a casa le compraron hígado de res para comer.
Cuando llegaron le dieron la bienvenida a casa con un gran baño, era necesario. La cantidad de pulgas, no era normal para tan diminuto cuerpo, calculan que tenía un mes a lo mucho. Estaba solita, sucia y full de pulgas, pobrecita.
Después del baño obligado, le ofrecieron el hígado, que por cierto devoró, estaba hambrienta. Se quedaría en casa mientras le encontraban un hogar… ¡Sí, claro!
Ya tenían un gato en casa, otro más… bueno, sí. Ya habían gastado un dineral en el gato que habían rescatado un año atrás y no iban a hacer lo mismo con esta gatita, así que le llamaron Angie, la gatica económica, como para decretarlo jajaja.
El otro gato le huía, le pegaba con la pata y la amenazaba, peleaba él solo contra ella, para que de agosto a la fecha, uno encima del otro, se lamen, se miman, duermen juntos y ahora, sencillamente se aman.
Efectivamente, Angie ha salido económica, ya la desparasitaron, la vacunaron y en algunos meses, será esterilizada en una jornada.
Consentida y sin pulgas, ya puede dormir en la cama, y para muestra, esta foto.
Recuerda que para rescatar, necesitas voluntad y para adoptar, necesitas compromiso.
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